Marioneta

Como si de un cuerpo sin vida se tratara. Un títere. Unas invisibles manos mueven mis hilos a su voluntad, y de pronto, mi cuerpo se vuelve ligero...ligero.     Convertida en marioneta, me dejo llevar.
...mecida por la más mínima corriente de aire...

Mi cuerpo busca agujeros por los que poder perderse, pozos sin fondo en los que caer.
...y caer, y caer. ...Sin fin.

Y en la caída, voy sintiendo, que de pronto, las paredes se vuelven de colores, que ya no todo es negro.

Y estiro mis brazos, para poder rozar con mis dedos la textura de esta infinita caída.
...Sorprendiéndome de su suave tacto, deleitándome con la sensación que provoca, y a la vez, asustándome un poco...
(Aunque este miedo siempre acaba en sonrisa...)

...Sonrisa.

Sonrisa. Esa palabra que ya no es tan lejana, esa luz que se ha acostumbrado a iluminar mi rostro, ahora casi a diario.

...Sigo cayendo.

Describiendo giros, volteretas...no me importa chocar, nunca me importó.

Locura.