Ahogada en pensamientos.

Sola de nuevo.

No hay nada ni nadie.

Cero sensaciones dulces que valgan, que me envuelvan.

Mis dias se amargan.

Incapaz de reaccionar ante el por qué de esta absurda situación. Incapaz de entender por qué cada vez te vas y pasa más tiempo sin vernos. Aunque el tiempo sea el mismo y permanezca inmóvil.

Incapaz no, no me da la gana. 
No quiero admitirlo.

Me siento carente de ti. 
Odio tu puta ausencia ahora que amo tu presencia.

Y odio la frase que día tras día me acecha con intenciones de cazarme para así consolarme.

“No siempre llueve a gusto de todos”.

En mi caso, llueve contínuamente y de manera torrencial. 
En mis ojos no para de llover.

Jamás había llovido tanto. Te añoro.

Dices que será por nuestro bien, un futuro prometedor juntos, mil promesas y sueños que cumplir.

Nuestro cuento de hadas no tan irreal.

Pero la espera me mata.

También odio al tiempo. El tiempo...siempre quemando heridas y obligando a la razón.

Si, hay una sensación que me envuelve, y no precisamente de libertad, sinó una que me ahoga, oprime y presiona con fuerza.

Una sensación agobiante que me produce ansiedad y nerviosismo tremendo.

Sensación de no saciar mi sed, de que la distancia que nos separa cada día es más grande, de no acabarse nunca y sentirme vacía, de soledad, melancolía, paciencia y de toda esta mierda abstracta que acaba conmigo.

Soy impaciente y estoy enamorada...¿Por qué te escondes?

¿No decían aquellos que la vida es corta como para desaprovechar el amor?

Y si no dura para siempre...

¿Por qué dejas pasar más tiempo?

No miento cuando te digo que te necesito.

Frío.

La relación se enfría, parece inevitable, pero no lo que está pasando.

Ponle remedio. Los principios siguen donde los dejaste.

Sí, está en tus manos. Las mías están llenas de impotencia y debilidad.

Ven a por mí y dame calor. Dame todo lo que tú solo puedes. 
Estás tardando.

Mi angustia y mi obsesión por ti crecen cada día...Aligual que mi amor.

La lucha no se acaba, pero las aguas se calman y mis fuerzas se agotan.

No quiero que llueva para siempre, aunque para eso tenga que prescindir de ti.

Putas contradicciones...no me dejan escribir con claridad.
NI CONTIGO, NI SIN TI.