sábado, 9 de abril de 2011

Sin reputación, no hay respeto.

Sujetamos la jarra sin miedo, calentamos las manos sin saber cuanto nos duraran en movimiento.
Sin valorar un choque de gargajos que escupimos dulcemente entre dos bocas.
O el mordisco que nos dan los despertares cuando descubres que al lado tienes a otra persona.
Abrazos sin sentidos que nos son menos que acercamientos, el total silencio interior que estalla, cuando
notas el temblor de ese otro cuerpo, y así seguirán siempre las contradicciones de los hechos,
y lo que dejan de ser hechos para convertirse en placeres que nos hacen dependientes de la consciencia plena de todos nuestros sentidos.


Y cuando brindamos por un presente invisible que manejamos como bebida,
sin pudor ninguno nos reímos de un futuro inerte, que nos asusta, que nos entierra con los recuerdos,
y que nos enfría las ganas de mirar para arriba.
Las horas van a seguir siendo segundos que se esconden en las memorias.
Buah...un segundo, solo un mísero fragmento de momentos que por necesidad guardamos sin saberlo.
Y la importancia de esa marca...que el reloj señala con más intensidad que el viento.

Intento gritar callada lo que siento. Así no voy a conseguir ni solucionar nada.
Por lo menos ya no finjo no ser yo. Por lo menos ya no me reprimo y hace tiempo maté al policía que había dentro de mí. Por lo menos ahora controlo la situación. Por lo menos ahora valoro estas y temo por estas. Por lo menos soy yo la que dirige mi vida aunque mis defectos me lleven al infierno.

2 Gritos de libertad:

Lady Cherry dijo...

La única persona que se interpone en tu camino eres tú.

Unknown dijo...

INCREIBLE TEXTO.
Muy buenas metáforas.
Podríar describir tu vida.
Nosotros somos capaces de todo, si no nosestorpecemos a nosotros mismos.

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