martes, 26 de abril de 2011

Día de lluvia.

Tras mi ventana veo como la lluvia se encarga de joder el día. 
Quiere teñirlo de gris.
Tengo curiosidad, saco el brazo y las gotas quedan plasmadas en la palma de mi mano.
Se me eriza la piel. Me gusta.
Pero hace frío y prefiero relajarme obserbando como las nubes se rompen desde dentro.
Odio estos días, solo pueden causar en mí un efecto depresivo destacable y masivas ganas de escribir.
Me encantan estos días, porque el ruido ensordecedor consigue dormirme como un bebé.
Aunque ahora no tengo sueño.

Respiro profundamente y pienso,

en todo lo que me concierne.
Tengo serias dudas sobre si soy feliz.
Es evidente que no lo soy,

sinó cierto trastorno no invadiría mi espacio.
Pero también me gusta valorar lo poco que tengo.
El apoyo de esas personas que siempre están ahí, 
ofreciéndome su mano aunque a veces mi tozudez 
y orgullo me impidan cogerla.
Lo importante, es que se que están ahí. 

Pocas, pero como nadie.
Quería contaros que me gusta la burbuja en la que resido últimamente y es que, 
ahí me alejo de todo mal.
Ni hago mal.

A veces, me gusta abrazar la soledad. 
A veces, me gusta estar sola en estos días lluviosos 
y pensar, leer, escribir.
Lo que me pase por la cabeza.
¿Es un grave problema?
Me he acomodado y quizá no quiera petar mi burbuja, 
quizá podría y no me apetece.
Pero luego derramo sentimientos de culpa en forma de lágrimas por arruinar mi vida.
No sé que hacer.
Odio mis problemas cual día gris de tempestad hace hoy.

Y adoro evadirme de ellos de tal forma.
Mis pensamientos y emociones bailan al ritmo de las bandas sonoras de Amélie Poulain.
Me dejo llevar sin más y me olvido de mis obligaciones. 
Me dedico a mis hobbies, y no a dejarme ayudar.
Quiero que mi padre vuelva a cantarme esas nanas inglesas como cuando era niña.
Quiero tener a mi padre.
Ojalá tuviera una vida como la de los demás. 
Ojalá los demás supieran apreciar lo que tienen como yo lo hago con poco.

(Qué susto me he llevado por culpa de ese estúpido trueno, con su estridente sonido).

Aunque me encantan los relámpagos, con ese resplandor lleno de electricidad, me hace sentir famosa.
Como si miles de flashes se centraran en mí.
Aunque muchos no lo crean por mi profesión, tengo un problema con la autoestima,
y todo lo que pueda ser soñar, ayuda.
Lo siento mundo, soy una persona normal, una vida más sin importancia, no soy una diva 
y no sé si me gustaría serlo. 
De hecho me considero siempre la oveja negra.
Pero quererme un poco no estaría mal. Sino, ¿Cómo voy a ser yo y agradar a los demás?
Me contradigo. A mi lo que los demás piensen me da igual.
Ojalá fuera así. Le doy demasiada importancia a todo.
Aún estoy en ello, sigo aprendiendo. De los fracasos marco lecciones. 
Y de ese modo, tiro hacia adelante.

Echo de menos muchísimas cosas que me gustaba hacer, y podía hacerlas cuando quería y ahora no.
Echo de menos a mucha gente que fue importante en mi vida y que sin embargo ahora,
solo son conocidos que no saben nada de mí.
Pero me reconforta pensar que habrá un futuro mejor para mí.
Que estoy aprendiendo que en esta vida se pierden cosas pero se ganan muchas otras.

Parece que la lluvia descansa un rato. Ahora no podré hacerlo yo.
Solo podré contemplar como el día, otro día más, gris, termina.
Quiero ver la luz del sol y disfrutarlo al máximo pero no se como.
Quiero deshacerme de la red que tejí para mí como un día nombré 
y quiero correr por las verdes montañas.

Necesito llenarme de vida y amor con mi gente, con los animales, con el arte,
la música, el baile, la cultura, la fotografía, la gimnasia, la lectura, el escribir.
Quiero hacer todo lo que siempre he querido y querré hacer.
Pero antes, tengo que volver a la realidad y centrarme en mis pequeñas metas.
Terminar grandes proyectos poco a poco y dejar el soñar para un poquito más tarde.
Para cuando tenga tiempo para intentar vivirlos y entonces, ser completamente feliz.

Empiezo a ver las estrellas y tiemblo.
Porque me llenan de esperanza pero siempre lo han hecho.
Y no quiero tener que coser más sueños rotos.
El cielo se ve mejor despejado, con sus tonos azulados.
¿Dónde cojones está la luna?
Tendré que imaginarla porque como siga escribiendo os describiré los dos próximos amaneceres.
Ojalá mañana no llueva.

9 Gritos de libertad:

Lady Cherry dijo...

Últimamente me motivo demasiado escribiendo...
No sé si alguien se dignará a leer todos mis tochos enteros :)

Unknown dijo...

Me encanta la manera de escribir, ¿te lo he dicho ya?
Un día de lluvía siempre acude melancolía, nostalgia, tristeza... todo lo que unos sentimientos puedan llenar con palabras en un trozo de papel o delante de una pantalla del ordenador.
Nadie te culpa de tu burbuja, es una protección como cualquier otra, pero te sacaremos de ahí, a veces va bien, luego tienes que volver, siempre tienes que volver, y te estaremos esperando.
Tanto aprender a sufrir y soportar te has olvidado de cómo disfrutar.
Señorita, nuestros días, se esfuman, valoremos, imaginemos, vivamos todo lo que podamos. Las metas pueden llegar a cumplirse.

Lady Cherry dijo...

Tienes razón Sarah, ambas debemos aplicarnos el cuento! Jajaja
Lo cierto es...lo que decía, estoy agusto en mi burbuja por el momento, aunque me esté perdiendo mil cosas del exterior...
Gracias por leerte la biblia en verso! Jajaja
mua reina!

Shalim dijo...

alguien no se...a mi me encanta ver como mis palabras no caen en saco roto y como poco a poco va transformando lo buena persona que eres en algo mejor, en una persona con ganas de hacer las cosas, aunque con mucho por aprender, como todos, de esta vida...Me encanta que veas la forma postiva, que sepas ver que es experiencia y no fracaso, al fin y al cabo la historia y los recuerdos son lo mismo, y todos sabemos que valen para disfrutar y mejorar. Como haces tu día tras día. Ánimo mi vida, sabes que puedes y que si un día fallas haré trampas para que parezca que puedes :D.

Lady Cherry dijo...

Shalim me he enamorado de ti.
Jajaja Te quiero mi vida, gracias.
Siempre estás ahí para cuando me faltan fuerzas, no lo dudo. Eres la primera persona en la que he pensado cuando escribía el texto.
Gracias por la conversación de ayer, por existir y por todo cada día.
Te amo.

Vergónides de Coock dijo...

PARA SER FELIZ, TIENES QUE DEJAR DE ABRAZAR A LA SOLEDAD.

Lady Cherry dijo...

Cierto... Gracias por tu comentario OJT

Laura dijo...

A mi me encantan los dias de lluvia, cuanto mas grises mejor (aunque solo de vez en cuando), es entonces cuando me apetece leer, escribir, filosofar sobre muchas cosas.... y meterme en la cama mientras fuera llueve, mi debilidad.
besos

Lady Cherry dijo...

Cierto Laura, por eso llevaba días inspirandome, la lluvia tiene algo...aunque entristecedor.
Un besazo!

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