jueves, 17 de marzo de 2011

La realidad hace daño a la vista.

Estaba claro, hoy no era su día.
Después de llevarse el palo de su vida, bajaba la calle chocando con todo lo que entorpecía su paso.
Apretaba cada vez más fuerte la carpeta verde que sostenía entre sus brazos, a veces, pensaba en desprenderse de ella, pero sabía que no era lo correcto. Que se dejaría vencer.
Ella sentía desesperación, quería correr y olvidarse de cuanto le rodeaba.
Olvidarse del pasado, del presente y del futuro dado que lo peor estaba por llegar.
Ella fue culpable de más de una lágrima pero hoy, era ella quien no quería derramarlas.
Fuerza, valor y paciencia cuando el día es complicado.
Querer es poder.
Intentaba autoconvencerse y cuanto más pensaba más lloraba.
Más indecisión.
Más rabia.
Debes estar preparada dado que el pasado siempre vuelve, pensaba.
Pero ella no quería pasar por lo mismo una y otra vez. Volver a repetir el mismo error.
Lo más fácil sería deshacerse de todo lo que se interpusiera entre ella y su objetivo.
Objetivo inalcanzable y prácticamente imposible desde el punto de vista profesional.
Se derrumbó.
Sus esquemas se vendrían abajo.
Mil sueños rotos.
Mil lágrimas.
Solo quería encerrarse de por vida en su puta burbuja y olvidarse del mundo.
Necesitaba estar sola.
Necesitaba centrarse y tomar una de esas decisiones de las que los adultos tanto hablan y dicen ser complicadas.
Quería sonreír fuera de preocupaciones pero el punto de vista profesional no midió sus sinceras palabras.
Dolía, quemaba, ardía.
Ella aceptaba las críticas pero por dentro la marchitaron.
Se mordía el labio y resistía las ganas de llorar.
No sentía ansiedad pero le faltaba el aire. Estaba tranquila. Lo haría.
Nada era imposible para ella. Pero la realidad llamaba a su puerta.
Joder.
Tanta franqueza dolía y abría los ojos.
¿Para qué intentarlo entonces si el futuro estaba escrito?
Pero él no sabía que su orgullo era tal, que seguiría su objetivo hasta conseguirlo.
Aunque para ello fuera necesario alejarse del mundo temporalmente.
Tan solo para escupirle en la cara y demostrarle que ella podía con todo.
Que le habían tocado, pero no la habían hundido.
Quería superar al tiempo, su ego no le permite abandonar.
En poco tiempo demostrará que lo ha intentado, que ha luchado hasta el final, aunque el punto de vista profesional acabe teniendo razón y la hostia que se meta sea grande cual orgullo reside en ella.
Aunque luego le conllevará una frustración más. Total, una más.
Ella estaba decidida.
Aunque muy, muy jodida.

6 Gritos de libertad:

`·.·•¤ Hanabi ¤•·.·´ dijo...

Alguna vez pasé por algo similar, pero aprendí que el futuro en realidad no está escrito, es algo que la gente se inventa por miedo a avanzar, por conformarse y no seguir adelante por sus propios medios.

Me gustó lo que escribiste.

¡Besitos!

Unknown dijo...

En tercera pesona, muy profesional.
¿Mil sueños rotos? Y mil más que imaginar.
Mil lágrimas que recorren tu mejilla, y mil sonrisas que deberan de aparecer.
El futuro es duro, la carrera pesa, la responsabilidad te daña, pero no mata.
Si te digo que tú puedes, tú puedes, pero hazlo, yo te ayudo. Si tienes que construir un barco, tranquila yo te ayudaré, pero tú motivación es acabarlo para conseguir tus objetivos. Hasta el más alto rascacielos lleva su trabajo, lleva su tiempo, construyrete tu propio monumento, pero no te quedes en las obras, se acaban convirtiendo en ruinas.
Mil lágrimas caídas que te enseñan una a una a aprender que tienes que cambiar tu manera de hacer las cosas, ahora, desde ahora, cambia, efecto, causa. Causa, efecto.
Tú confías en tí misma, yo también en ti.
La lucha persiste señor realidades.

Lady Cherry dijo...

Puede que no esté escrito pero se puede predecir más o menos lo que ocurrirá y el miedo me invade como pase lo que no quiero que pase...
Gracias!!

Zode dijo...

tienes un don, sin duda!

Lady Cherry dijo...

Habló el de los grandes poemas con secretos! ;)
U know!

Algú dijo...

Ni sola, ni triste. Ya sabes porqué.

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